junio 03, 2013

Diario de Copenhague - Día 4 de 4

Diario de Copenhague 

Experiencia Expedia
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Copenhague es la capital de Dinamarca, es una ciudad muy colorida, llena de cultura y con gente muy amable. Tiene muchos sitios históricos importantes. Es una de las mejores ciudades para vivir, tiene una de las mejores economías del mundo y es la capital eropea del diseño. 
Su moneda es: DKK Coronas danesas. 142 € = 1.000 DKK.

Información importante
Lo más importante y perfecto que pude haber hecho fue comprar, como todo, porexpedia.es, la Copenhagen card para todo el viaje. Viajé en bus, tren y metro, gratis. Tuve entrada libre a 75 museos y atracciones. TOTALLY WORTH IT. La solicité en el aeropuerto y listo.

¿Qué visité?
La Iglesia de mármol, el Palacio Amalienborg, su jardín, los jardines del rey, el Castillo de Rosenborg, los canales de Nyhavn, el bus turístico, La Sirenita, el parque de diversiones Tívoli, La estación central, el Castillo Frederiksborg en Hillerod, el Jardín botánico, la galería nacional,  el Zoológico, hice un viaje en barca, y fui al Den blå planet .

Dia 4 de 4

El acuario.


El último día! qué tristeza que se acabe, qué emoción haber conocido todo esto. 
El último día de mi viaje a Dinamarca, decidí ir a conocer el Acuario más grande del norte de Europa. Un sitio mágico y super caro (75€ pero yo entré gratis con la tarjeta CPH card) con montones de visitantes, muchas muchas peceras increíbles y un salón amazónico.

Me levanté a las 7am para desayunar y arreglar todas mis cosas. Mentira, ya las había arreglado la noche anterior. Me levanté temprano porque estaba emocionada y pensaba que no me iba a dar tiempo de hacer nada. Decidí ir al acuario el último día porque queda al lado del aeropuerto.



Llovía otra vez (como el 1er día) no me cabían las cosas en la maleta y estaba muy cansada como para imaginarme caminar todo lo que tenía que caminar con los peroles encima hasta llegar al aeropuerto.


Agarré el metro hasta la estación Kastrup, caminé mis 8 minutos hasta el Den Bla planet, lo recorrí en 45 minutos para que no me dejara el avión, lloré un poquito devolviéndome al metro y luego ya  se había terminado todo. Estaba en el aeropuerto, rodeada de catalanes lista para devolverme a la casa, con el corazón un poquito roto, un montón de fotos, videos y algunas escasas chucherías.



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El aeropuerto